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Nochebuena y la Misa del "Gallo"
La historia de las fiestas de Navidad.
Para desarraigar los restos paganos, la Iglesia primitiva Romana, con estudiada
pedagogía, sustituía las fiestas paganas, y las cristianizaba. Así, el 25 de
diciembre que en el Imperio se celebraba la fiesta pagana del Sol que nace,
«Natalis Invicti" en el culto de Mitra, fue sustituida esta festividad
pagana por la del nacimiento de Cristo, Sol que viene a iluminar las tinieblas
del mundo, «luz del mundo».
LA "MISA DEL GALLO”
El Papa Sixto III, introdujo en Roma, la costumbre de celebrar en Navidad una
vigilia nocturna, a medianoche, "mox ut gallus cantaverit", “en
seguida de cantar el gallo”, en un pequeño oratorio, llamado "ad
praesepium", "ante el pesebre", situado detrás del altar mayor.
Terminada la misa, en la cual sólo comulgaba el Papa, presidía el solemne
oficio de la noche en la Basílica de San Pedro. La celebración Eucarística de
esta Noche Santa, comienza con una invitación instante y urgente a la alegría:
«Alegrémonos todos en el Señor, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo».
La causa de esta alegría es el nacimiento de Cristo. El niño que acaba de
nacer, "la luz de la gloria brilló ante nuestros ojos» «iluminado esta
noche santa».
En esta noche santa en la Eucaristía se nos recuerda, Cristo, nacido de la
Virgen María, es el alimento de nuestro camino, para nuestra ascensión
«penetrando con fe profunda este misterio y amándolo cada vez más
entrañablemente» hasta llegar a gozar en el cielo el «esplendor de su gloria».
Todo es un gran misterio de paz y amor.
LA NOCHEBUENA
La Navidad es, indudablemente, la fiesta que mayor repercusión ha alcanzado y
tiene en la vida exterior de las gentes: villancicos, y belenes, las distintas
costumbres populares, las felicitaciones, los christmas, el árbol y las cenas
de Navidad. Un espíritu mezquino podrá decir que tales costumbres son en sí
reprobables. Pero "si hacemos alegrías cuando nace uno de nosotros
"qué haremos cuando nace Dios". Cuando una familia se alegra cada vez
que una nueva cuna se mece en la casa, ¿cómo no ha de hacer fiesta solemne la
familia del pueblo de Dios, la Iglesia, cuando celebra el nacimiento de su
Señor y Redentor, y lleva esta alegría dulce e íntima a la vida familiar y
social.
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