
EJERCICIO DE LAS
FLORES
Treinta
y un días de oración a la Reina del Cielo
Devoción
a la Virgen a lo largo del mes de mayo.
La Iglesia ha dedicado el mes de mayo a María, a la dulce Reina de
nuestras vidas.
Cada día del mes de mayo tiene que ser una flor para María. Por eso le
regalaremos en cada jornada de su mes una meditación, una oración, el
rezo del Santo Rosario y una florecilla. De este modo iremos formando
un ramo de flores para nuestra Reina del Cielo que nuestros ángeles
custodios le llevarán en actitud de veneración.
Historia
Este preciosísimo ejercicio, que con tanto fervor practican cada año
todos los devotos de la Virgen María, tuvo su origen en Roma, siendo
uno de los santos que más se distinguieron en recomendarlo, San Felipe
Neri, en 1584, contribuyendo también a facilitar su difusión el "Mes de
María", compuesto por el padre Lalomia, de la Compañía de Jesús. Con
todo, no entró en su apogeo esta devoción hasta mediados del siglo XIX,
siendo hoy contados los verdaderos cristianos que no lo rezan, aunque
sea uno de los más breves que hay compuestos. Lo esencial de esta
práctica consiste en dirigir a la Virgen María, cada día, algunas
preces y acompañarlas de algún obsequio; cosas ambas que contribuyen a
conseguir el fin que se tuvo presente en sus orígenes, que era defender
de los peligros que en esta época del año, la primavera, solían ser más
frecuentes en la juventud, y el ofrecer a la Reina del Cielo los
perfumes de las flores y los encantos de la naturaleza, en los días
luminosos de esa privilegiada estación del año. Pero los fieles que
tengan algún tiempo disponible, además conviene que mediten en la vida
y virtudes de la Virgen María.
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